ES INDUDABLE QUE LOS DOS GOBERNADORES, el de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez, y el de Tabasco, Adán Augusto López Hernández deben tener en mente que su Partido Político MORENA, gane la elecciones intermedias del 2021, conservar el Congreso a su favor, ayudar a AMLO a que conserve la mayoría en el Congreso Federal y ganar la mayor cantidad de municipios. Eso, aunque lo nieguen, no es solo un simple deseo sino una obligación como jefes de sus respectivos gobiernos y partidos políticos. Sin embargo, los caminos que eligieron son totalmente diferentes. El de Tabasco al parecer ni cuenta se dio cómo sus colaboradores en bola dejaron sus cargos en el gobierno y se fueron tras los cargos de elección popular. El gobierno de Adán Augusto quedó prácticamente desmantelado y al parecer ni las manos metió. Lo anterior quizá hubiera sido normal pues no hubiera sido muy diferente a lo que tradicionalmente se hace, pero el problema es que todo eso sucedió en medio de una catástrofe en casi todo Tabasco: reclamos sociales por la falta de apoyos asistenciales por lo fuerte que la naturaleza ha castigado a ese estado. Dejaron solo al gobernador soportando una carga demasiado pesada para quienes por necesidad han llegado a cubrir las vacantes. El peor escenario es que aquellos exfuncionarios sean castigados en las urnas por su irresponsabilidad de haber tirado el arpa cuándo más se les necesitaba y sobre todo porque se ve muy difícil que los relevos mejoren la imagen del gobierno de aquí al día de las elecciones.

EN CAMBIO, CUITLÁHUAC GARCÍA JIMÉNEZ, gobernador de Veracruz, escogió un método más ecuánime y práctico. Amarró a todos sus colaboradores para que ninguno fuera tras una nueva aventura política, con la amenaza seria de que el que así lo haga y pierda, quedará fuera de su protección y cobijo político. De tal manera que los actuales colaboradores tendrán tiempo para enmendar errores y cumplir con cada uno de los compromisos de campaña de MORENA. Incluso tendrá tiempo de echar fuera uno que otro titular por obvias razones antes de que sea demasiado tarde. Los que de plano se irán a sus casas y no premiados con un nuevo cargo como se acostumbraba antaño. Así, dados los inconvenientes que tiene MORENA en Veracruz por la falta de una cabeza estable y reconocida por la militancia, Cuitláhuac responsabilizó del proceso interno para postular candidatos y negociar plazas con sus aliados políticos a tres de sus más cercanos colaboradores: Eric Patrocinio Cisneros Burgos, titular de Gobierno; Zenyazen Escobar García, titular de la SEV y al diputado Juan Javier Gómez Cazarín, líder de la Junta de Coordinación Política en el Congreso del Estado. Tres cabezas, tres parcelas, tres canchas en las que los aspirantes a cargos de elección popular en el 2021 tendrán que pisar hasta en tanto se define la presidencia estatal de MORENA y tendrán que demostrar liderazgos para enfrentar lo que viene, pero más que nada no tener cola que les pisen. Así, dos caminos diferentes, dos métodos cuya eficacia se probará en junio del 2021, pero que de antemano podría decirse que MORENA en Veracruz podría sostener sus fuerzas e incluso crecer.

CUITLÁHUAC RESPONDE: “EL GOBIERNO DE VERACRUZ NO ES CORRUPTO”. Cuitláhuac García Jiménez salió al paso de su Gobierno y responde a los señalamientos de corrupción que le hiciera a Veracruz la Auditoría Superior de la Federación. ‘Son observaciones normales que se le hacen a cualquier entidad ejecutora las que hizo la Auditoría Superior de la Federación. Observaciones que se van a solventar satisfactoriamente dentro de los plazos legales que hay para ello. No hay daño patrimonial en Veracruz y en las observaciones se presume de un ‘presunto daño patrimonial’ que no es lo mismo que exista’, dijo el Gobernador Cuitláhuac García Jiménez. ‘En mi gobierno no hay corrupción como quedará plenamente demostrado en su oportunidad, la falta de entrega de documentos comprobatorios se debió a la acumulación de trabajo debido a las interrupciones de labores por prevención del Covid-19’, abundó Cuitláhuac. El caso es que Cuitláhuac tiene razón, sin embargo llama la atención que al menos en la Secretaría de Salud -que es la que acumuló el mayor número de observaciones y montos sin justificar- su titular haya brillado por su ausencia y no le dio por aclarar los términos antes de que como bola de nieve se hablara en medios como de hechos consumados; es decir de daño patrimonial. Desde que la ASF dio a conocer los resultados de la Cuenta Pública federalizada 2019 hasta la fecha, pasó demasiado tiempo como para que todo mundo interpretara las cosas a como les vino en gana. Señores y señoras funcionarias cómo que ya va siendo el tiempo en que no le dejen todas las cargas al gobernador.

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