Por Yair Ademar Domínguez *

Desde Pánuco hasta Las Choapas, de la costa a la montaña, una ola de esperanza recorre al territorio veracruzano. Es la ola guinda, la ola de MORENA, la ola de hombres y mujeres dispuestos a seguir transformando a Veracruz, decididos a no dar marcha atrás, a no permitir que regresen la corrupción y el saqueo del pasado inmediato.

Somos muchos los que creemos que es posible consolidar el proyecto que inició el presidente Andrés Manuel López Obrador para que la justicia social llegue a los más necesitados, a los pobres, a los grupos más vulnerables, a quienes fueron olvidados, abandonados y utilizados como carne de cañón por los neoliberales, los conservadores y el PRIAN.

Un ejército de hombres y mujeres, recorren casa por casa los 212 municipios para llevar este mensaje de esperanza a cada rincón de Veracruz. Son veracruzanos libres, creyentes de la transformación, entre quienes resuenan las palabras de nuestro líder moral y político, el presidente López Obrador: 

“Hemos conservado con trabajo, con perseverancia, con honestidad, con justicia, hemos mantenido la gobernabilidad en el país, la paz y la tranquilidad, y continúa encendida la llama de la esperanza, la esperanza que es una fuerza muy poderosa”.

El ejército de candidatos de MORENA, como apóstoles de la democracia y la transformación, realizan campañas austeras y de cercanía a la gente. A nadie coaccionan, a nadie presionan. Sólo muestran la realidad de un Veracruz que estaba hambriento de acciones, de logros, de resultados concretos.

Sólo escuchando podemos conocer las necesidades de nuestro pueblo. Por eso los candidatos de MORENA visitan a los ciudadanos, conversan con ellos, los escuchan, los atienden y les muestran la ruta de la justicia que está en marcha, porque todos quieren más oportunidades, un piso parejo para alcanzar sus metas y su desarrollo.

MORENA busca ser la voz del pueblo para luchar junto con su gente por la transformación que todos esperamos. Que no quede duda. Los políticos del pasado, que quieren regresar, sólo buscaban sus intereses, llenar sus alforjas, solucionar los problemas económicos de su familia por varias generaciones, enriquecerse a costa del pueblo.

Por eso les molesta, les incomoda y les aterra que la gente despierte y que se convenza de que MORENA no representa “más de lo mismo” sino la alternativa segura para garantizar la justicia social a los veracruzanos.

Debemos dejar a un lado la apatía e involucrarnos, subirnos a esta ola. La transformación, el cambio de la historia pasa por nuestras manos. Sí, hay un hombre, de gran estatura, que lleva el estandarte, que nos guía, que nos orienta, que nos ha marcado la ruta a seguir, pero cada uno de nosotros se debe esforzar para cambiar el entorno, esa parte de la historia que nos corresponde.

Sumémonos a esta ola de esperanza. Escuchemos a nuestros candidatos a presidentas y presidentes municipales; a diputadas y diputados locales y federales. Apoyemos el proyecto de la transformación. Que la esperanza llegue a cada rincón de Veracruz. La consolidación de un mejor futuro para nuestro estado y país es hoy o no lo será nunca.

Un ganador, decía Nelson Mandela, es un soñador que nunca se da por vencido. En MORENA estamos de pie, firmes y daremos la batalla en las elecciones del 06 de junio. Los veracruzanos somos gente avispada, lista y no nos dejaremos engañar por quienes quieren un regreso al pasado, porque la transformación llegó para quedarse.

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