Hoy he decidido dedicar este artículo a una mujer a quien admiro mucho, Audrey Hepburn, quien fue y sigue siento un ícono de la elegancia y el buen gusto. Sin embargo me gustaría  aclarar que no es únicamente por ésto que la admire. La carrera artística y altamente exitosa de Audrey Hepburn es apenas una pieza de la gran persona que fue. 

Es probable que la conozcas por su papel en el filme “Desayuno en Tiffany’s” y claro, es una gran película, emblemática. Sin duda su huella en el cine dejó una gran marca, comenzando por el hecho de que rompió los cánones de belleza que se estilaban en esa época. Pues lejos de ser una mujer voluptuosa y curvilínea, Audrey era mas bien delgada y pequeña. Fue un ícono de belleza y estilo. Su imagen es asociada con frecuencia al lujo y las joyas, sin embargo en su día a día la actriz prefería llevar un look sencillo y discreto sin grandes joyas y con prendas de líneas simples y sutiles. Siendo excepcional pero no irreal o inalcanzable. Una de sus marcas favoritas fue Givenchy debido a la sencillez y sofisticación de sus diseños. De hecho Hubert de Givenchy y Audrey eran grandes amigos, se conocieron mientras trabajaban en el rodaje del filme “Sabrina” personaje para el cual Givenchy fue el encargado del vesturio de Hepburn, esta colaboración dio inicio a uno de los duos mas memorables del binomio cine-moda y a una amistad que duraría toda la vida.

Nacida en 1929 en Bruselas, Bélgica y de ascendencia holandesa fue bautizada bajo el nombre Edda Kathleen Van Heemstra Hepburn-Ruston. Vivió en Holanda los primeros 10 años de su vida hasta el divorcio de sus padres, fue entonces que su familia se mudó a Londres. Audrey estudió allí danza y arte dramático. Su infancia fue bastante complicada debido a que le tocó vivir la Segunda Guerra Mundial. Suceso que marcó esta etapa de su vida debido a la mal nutrición y vivencias de las que fue testigo como el ver desde su ventana como ejecutaban a judíos o les subían a trenes para sr trasladados a campos de concentración, además de la pérdida de varios familiares, uno de sus hermanos fue llevado a un campo de concentración, otro de sus hermanos se perdió en los ataques de resistencia: un tío y primo fueron fusilados. 

El primer trabajo de Audrey fue como modelo y posteriormente comenzó a interpretar pequeños papeles en películas y a trabajar como corista en algunos teatros. Su primera gran oportunidad llegó cuando realizó el co-protagónico en el filme “La princesa que quería vivir” papel con el que obtuvo el Óscar a Mejor Actriz, a partir de este momento nació un nueva estrella del cine. Audrey fue nominada al Óscar en numerosas ocasiones y en 1958 recibió el premio a mejor actriz en el Festival de San Sebastián y el Bafta Británico en la misma categoría por “Historia de una monja”; posteriormente ganó por segunda vez este mismo galardón por su papel en la película “Charada” (1963).

No cabe duda que su carrera como actriz fue y sigue siendo un éxito, pues varias de sus películas siguen siendo valoradas hoy en día. Por otro lado, Audrey Hepburn era políglota, hablaba varios idiomas con fluidez como inglés, francés, español, italiano, alemán y portugués. Era una persona altruista, decía que “a medida que crezcas , descubrirás que tienes dos manos; una para ayudarte a ti mismo y otra para ayudar a los demás”. En 1988 fue nombrada embajadora de la UNICEF, su apoyo humanitario y solidaridad por los niños pobres marcó los últimos años de su vida. Durante su trabajo altruista viajó a países como Sudán, El Salvador, Guatemala, Honduras y Vietnam, su agenda estaba tan apretada que le faltaban horas para realizar todas las tareas que deseaba. Uno de sus últimos viajes fue a Somalia, poco antes de este viaje se declaró que Audrey padecía una enfermedad terminal, la actriz fue diagnosticada con cáncer de colon, enfermedad que le impidió continuar con su labor altruista. Audrey Hepburn falleció el 20 de enero de 1993 a la edad de 63 años.

La imagen de Audrey en el cine quedó inmortalizada en el tiempo pero no solo eso, quienes tuvieron la oportunidad de trabajar con ella describen el magnetismo y carisma que tenia la artista, que fue lo que la llevó realmente a perdurar mas allá de la moda y a ser recordada por aquellos que tuvieron el placer de conocerla y trabajar con ella como una persona dulce, sensible, comprometida con su trabaja y con facilidad para adaptarse a todo tipo de situaciones y compañías, con un alma perseverante y con cierta dosis de rebeldía dosificada en justa medida. Gregory Peck decía que Audrey era sencillamente una persona muy fácil de amar.

Fuentes:

https://www.biografiasyvidas.com/actores/audrey_hepburn.htm
https://www.vogue.es/moda/modapedia/personajes/audrey-hepburn/224
https://www.lavanguardia.com/cine/20160504/401550711899/audrey-hepburn-curiosidades.html