En los cafés de la capital, los sabios bebedores del aromático de mayor calidad en el mundo comentaron el tema financiero de Veracruz y del porqué se habla hoy que se pasó en 5 años de la quiebra a tener finanzas sanas. 

En principio, se recordó cuando previo al 2018, aspirantes al gobierno del estado de Veracruz señalaban el desfalco financiero al Estado era el principal problema de Veracruz. Un gran déficit de corto plazo sin solución por cerca de los 10 mil millones de pesos, que debía cubrirse con préstamos a corto plazo, que se añadirían irremediablemente a la deuda bancaria de largo plazo. 

Es decir, todo un problemón financiero que afectaba cualquier intento de generar obras públicas, invertir en salud e incluso pagar la nómina del gobierno, so pena de aumentar impuestos. 

Entre los aspirantes a suceder a Javier Duarte se encontraban dos priistas que hoy se encuentran de nuevo perfilados por la gubernatura, y el panista Miguel Ángel Yunes Linares. Todos señalaban la crisis financiera del Estado, y Yunes Linares, quien finalmente ganó, siguió pateando el bote con nuevos préstamos de corto plazo. 

Claro que esa era una solución, pero solo era una solución temporal y que los gobiernos anteriores fueron llevando a más miles de millones de pesos cada año, y en la presente administración también se tuvo que recurrir a esos préstamos a corto plazo. Pero hoy el panorama es diferente, ese boquete financiero dejará de existir para quien gobierne Veracruz del 2024 en adelante… y lograr lo anterior no ha sido cosa fácil. 

El titular de Finanzas, José Luis Lima Franco, así lo comentó recientemente al señalar que en el 2017 Miguel Ángel Yunes Linares solicitó prestados 4 mil 788 millones de pesos para cubrir el déficit anual y Cuitláhuac para el 2022 solicitó apenas mil millones y este año serán menos de mil millones los solicitados, mientras que para el 2024 no habrá necesidad de pedir ningún préstamo a corto plazo puesto que el déficit se ha saneado y hasta quedarán fondos en caja para la siguiente administración de alrededor de 7 mil millones de pesos con los se podrá cubrir la nómina y los pagos adicionales de diciembre.  

Por si fuera poco, durante el sexenio se ha roto el récord histórico de inversión física para obras al invertirse en este rubro 6.7 mil millones de pesos y se liquidaron deudas viejas por cerca de 20 mil millones más por adeudos al ISSSTE, la UV, al IPE y a municipios; sin contar lo cubierto a empresas constructoras por adeudos heredados. 

Así que el diagnóstico que tienen los sabios bebedores de café ha cambiado y mucho, y solo hay algunos trasnochados que siguen insistiendo en que hay más deuda porque olvidan (o ignoran) que la deuda no solo es la Deuda Bancaria, sino toda la deuda incluyendo el SAT, el ISSSTE, la UV, proveedores y muchos más. 

Así que el menú completo con lecheros y banderillas va para quienes han logrado que las finanzas del Estado estén sanas… y los canillazos van para aquellos que siguen insistiendo (incluso mañosamente) que la deuda no se ha reducido.

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