Actualmente vivimos en una época en la que nos encontramos expuestos a muchísimos estímulos que pueden saturar nuestra mente y generar estrés en nuestro cuerpo. Muchos estudios se han realizado sobre como el estrés afecta a nuestro cuerpo y salud mental y física, por ello no es extraño que actualmente infinidad de prácticas de relajación estén cada vez más en auge, grupos de meditación, clases de yoga, herramientas para reducir el estrés y desconectarse un poco de la rutina, el buscar estar presentes, ceremonias holísticas, etc. Sin embargo, ¿sabías que algo tan simple a lo que a veces no prestamos atención como el olor de nuestro entorno puede tener un efecto positivo en nuestro estado de ánimo? Y no me refiero a que algo huela bien simplemente, porque existen aromas agradables que después de un tiempo pueden generarnos dolor de cabeza o en muchas ocasiones se automatiza el aroma de nuestro entorno y ni siquiera se percibe, pero hay en específico aromas que pueden ayudarnos a generar ciertos cambios en nuestro estado mental y físico.

Así funciona la aromaterapia, mediante el empleo de aceites esenciales que se encuentran en flores, hierbas o plantas. Pueden encontrarse debajo de la superficie de las hojas, en la corteza o en la cáscara y se utilizan para generar fragancias que mejoran el bienestar físico, mental y espiritual. No se tiene información específica sobre la aparición de la aromaterapia en la historia de la humanidad pero se sabe que ha sido utilizada por antiguas civilizaciones de muchas maneras como la realización de masajes, baños, medicina y bueno, evidentemente se volvió parte de los perfumes. Iniciando en culturas orientales, emigró posteriormente a Europa y finalmente llegó a America con el paso del tiempo. 

Algunos de los aceites más utilizados en la aromaterapia son la manzanilla, el geranio, la lavanda, el limón, el jengibre, el cedro y la bergamota. Cada uno genera diferentes efectos en el cuerpo. Pueden generar desde un estado de relajación o hasta llevarnos a tener más energía y mayor concentración

Actualmente, la aromaterapia se utiliza como parte de tratamientos integrales de tres modos:

Holístico: cuyo principal objetivo es tratar trastornos emocionales y físicos.

Clínico: como complemento de tratamientos médicos.

Estético: de manera comercial en donde los aceites se utilizan generalmente en difusores para la ambientación de un comercio. Incluso algunos aromas son utilizados como parte del marketing, pero ese ya es otro tema.

Los aromas de nuestro entorno pueden generar un impacto en los niveles de ansiedad, en síntomas como náuseas y vómito. Si un olor es capaz de generarnos ganas de vomitar al ser desagradable, no es tan ilógico que un aroma agradable pueda generar todo lo contrario e incluso aliviar síntomas incómodos. Estudios realizados en pacientes a quienes se les trata con aromaterapia como parte de un tratamiento integral, han demostrado que los aceites esenciales pueden generar además un impacto en la calidad del sueño, haciéndolo más reparador, evitando la fatiga, la falta de apetito y la depresión, ciertos aceites esenciales pueden llegar a tener incluso un impacto en la percepción del dolor, lo cual los hace ideales para ser aplicados en el tratamiento de pacientes con cáncer. La aromaterapia puede utilizarse en personas de todas las edades, desde niños hasta adultos mayores.

La elaboración de aceites esenciales requiere de altas concentraciones. Para realizar, por ejemplo, una libra de aceite esencial de lavanda se utilizan aproximadamente 220 libras de la flor. 

Los aceites esenciales pueden utilizarse en un difusor que distribuya el aroma en una pequeña habitación, baños, vehículos, etc. o aplicándose pequeñas dosis en ciertas zonas del cuerpo como las sienes o detrás de las orejas, también pueden utilizarse para realizar masajes. Sin embargo en algunos casos podrían generar un pequeño malestar o irritación en pieles sensibles, es raro que esto suceda pero lo mejor seria probar que no irrite antes de utilizarse directamente en la piel. Al utilizar aceites esenciales en la piel, es probable adquirir también otros beneficios, algunos aceites son ricos en vitaminas y ácidos grasos insaturados que nutren e hidratan la piel mejorando así su salud y apariencia. Al ser inhalados, se activa en el cuerpo el sistema límbico, relacionado con la parte de la memoria y las emociones en el cerebro.

Fuentes:

https://www.cancer.gov/espanol/cancer/tratamiento/mca/paciente/aromaterapia-pdq