Electoralmente hablando, quienes desafortunadamente conocen la derrota y han saboreado la victoria, hoy dicen con conocimiento de causa que, los eventos llenos no son urnas llenas, esto se dice mucho en las campañas ya sea por criticar algún evento o emitir un comentario de ánimo para no ser intimidado
Pero antes de llegar a eso, según las demandas democráticas, ahora vemos en tendencia el fenómeno de las elecciones internas, donde también, con mucha estrategia se logran ver eventos dentro de lo legal con un gran numero de asistentes traducidos en un respaldo, lo que se le conoce en este argot como “mostrar el músculo”
Entonces, en dicha etapa, regresando a que los eventos llenos no lo son todo, hay otras situaciones que puntualizar, existe publicidad pagada, encuestas tendenciosas con una narrativa de que está definida una elección y así tempranamente crear apatía para no salir a ejercer el voto, entre otras artimañas
Pero lo que de ninguna manera puede ser una simulación es la habilidad de conciliar, que te levanten la mano en gesticulación de triunfo quienes alguna vez fueron tus adversarios, así como actores políticos importantes, dirigentes de distintos partidos, ex funcionarios y ex participantes de otras contiendas, etc. Eso, mediáticamente, es un impacto mayor que una encuesta tendenciosa.
Que distintos liderazgos levanten tu mano frente a su gente, acompañado de comentarios claros diciendo que eres la mejor opción y que además lo hacen desde la autentica convicción y no por compromiso, genera emoción.
La capacidad de acuerdos es una habilidad que no se copia y en el escrutinio público enchina pieles, levante ánimos, es algo parecido a ver una colaboración musical de artistas importantes, o como cuando los super heroes de diferentes programas tienen una aparición conjunta para vencer al enemigo.
Con la comunicación correcta de esta habilidad del verdadero oficio político, puede crear un ánimo de participación y unidad por estar del lado en el que sobre distintas ideologías, se concentraron mas en sus coincidencias y no en su diferencias, por el bien común.
Diego Lavalle