El chiquillo tuxtleco
Por Omar Zúñiga
Rafael Fararoni, recientemente reelecto diputado al Congreso de Veracruz por San Andrés Tuxtla, ahora por Morena (la primera fue por el PVEM y brincó al guinda de inmediato), es un joven diputado que a pesar de la reelección, ha mostrado signos de una inmadurez supina y galopante.
Con la inmadurez, viene aparejada la irresponsabilidad -hay que dejar bien en claro que la juventud de ninguna manera está peleada con la capacidad o la inteligencia…, bueno, a veces sí-.
Luego del brinco a la bancada de Morena y pasar bajo la tutela y cobijo del otrora poderoso Juan Javier Gómez Cazarín, y de que éste lo nombrara presidente de la Comisión de Vigilancia, Fararoni arremetió en contra de propios y extraños, como lo hizo su mentor, (cuando la perra es brava, hasta a los de casa muerde, dice la sabiduría popular).
En estos rounds de sombra y por orden de su jefe, quiso tomar de sparring a Delia González Cobos, auditora superior del Orfis.
A ambos -Cazarín y Fararoni-, les salió mal la jugada, pues además de ser una excelente funcionaria pública, Delia no está manca; habló con quien tenía que hablar para calmarlos y asunto arreglado.
El fuego amigo fue sofocado…, hasta ahora.
El joven diputado tuxtleco, que se comporta como un chiquillo, obedeciendo instrucciones y en plena revisión de la Cuenta Pública 2023, arremetió nuevamente contra la titular del Orfis, buscando encumbrar la coyuntura del fenomenal regaño de Rocío Nahle a la fiscal general Verónica Hernández por el asunto del Clan de los Yunes del Estero, señalando una supuesta irregularidad del Orfis contra Fernando Yunes cuando fue alcalde de Veracruz.
Tampoco les salió (así, en plural) la jugada, pues nuevamente, Delia González Cobos habló con quien tiene que hablar.
El chiquillo tuxtleco no se ha dado cuenta cabal de su nueva realidad.
Que ya no tendrá el cobijo de su mentor y muy probablemente le den la Comisión de Asuntos sin Importancia, dados sus orígenes.
Que no es lanzando fuego amigo sobre gente que da resultados como logrará subir sus bonos con quien habrá de gobernar a partir de diciembre próximo.
Fararoni no se da cuenta que al atacar a González Cobos se va contra la Primera Mujer Auditora Superior de Veracruz; contra quien logró en el Orfis la Certificación 37001 (antisoborno); contra quien se llevó el primer lugar en transparencia a nivel nacional entre los entes fiscalizadores; contra quien es primer lugar en transparencia de los entes públicos a nivel estatal; contra quien ha interpuesto 181 denuncias por 942 millones de pesos contra etes fiscalizables; contra quien ha establecido el uso generalizado de sistemas para la optimización de la fiscalización.
Además, contra quien logró inscribir en el Infonavit a los trabajadores del órgano fiscalizador y un tema sensible, sobre todo para Veracruz y Boca del Río y la gente que allá vive…, lograr la fiscalización a Grupo Más, a través de una sentencia de un Tribunal Colegiado, respecto de las facultades del Orfis para revisar a la empresa privada prestadora del servicio de agua potable.
Eso ha hecho Delia González y Rafael Fararoni no se ha dado cuenta: la lealtad y obediencia a su mentor, le va a costar cara y eso que esto aún ni siquiera ha empezado…
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com