¡Ojo! Si usted ha seguido lo que senadores de oposición dicen defender para echar abajo la Reforma al Poder Judicial, tanto en la Comisión Legislativa como afuera en entrevistas de prensa, se dará cuenta que sus argumentos son muy diferentes a los planteamientos que han hecho especialistas del derecho Constitucional afuera del recinto legislativo.
Es más, algunos senadores-as aún frente a sus pares mienten y repiten epítetos políticos de supuestas repercusiones en la sociedad, la economía y en las relaciones internacionales de México.
Al corte, ninguno de los argumentos de senadores y senadoras de oposición se parece ni tantito a lo que desde la calle ha declarado hoy mismo la ministra presidenta de la Suprema Corte, Norma Lucía Piña.
La ministra Norma Piña Hernández dice que “la demolición del Poder Judicial no es la vía como se pretende evitar la corrupción” y ofreció a los senadores y senadoras un diagnostico sobre Seguridad y Justicia, lo que los legisladores de oposición no han mencionado en ningún momento.
De ese diagnóstico, asegura la Ministra que si tenemos el valor y la voluntad real, hoy mismo podríamos dar pasos firmes para hacer los cambios profundos y necesarios para construir la paz, la justicia que México y la reparación que México tanto necesita.
“Nuestra historia no se puede definir a partir de la narrativa fácil de que todos los problemas de seguridad y justicia en el país son culpa de los jueces, quienes así lo crean no conocen México”, señaló la Ministra.
Y abundó que “Desde el Poder Judicial Federal les decimos honestamente, que nuestra resistencia no está en función de nuestro presente, nuestra convicción y compromiso va más allá de nosotros, es por las generaciones que vienen y fundamentalmente es por el país que todos anhelamos”.
Chéquelo bien y se dará cuenta que la defensa del Poder Judicial en el Senado por parte de los legisladores de oposición es totalmente inocente, política y fuera de la realidad, utilizando argumentos no para frenar la Reforma Judicial sino para incendiar los ánimos en el país.
La insistencia de que con la reforma se afectarán los derechos de miles de trabajadores del Poder Judicial es uno de esos argumentos falaces, esgrimidos quizá para calentar los ánimos de los trabajadores.
Otro punto en el que remachan los senadores y senadoras de opocisión es que en las elecciones para ocupar vacantes en el Poder Judicial se podrán inscribir hasta albañiles es otra.
Llama la atención que la oposición no propone, como si lo hace la ministra Norma Piña, soluciones ni artículos alternos que mejoren la reforma, sino solo argumentos contrarios a la iniciativa.
Pero hay muchos puntos más. El decir que con la reforma el Poder Judicial quedará en manos del Ejecutivo es otro vano argumento. Lo que no dicen es que actualmente quien propone a magistrados y ministros es el Presidente en turno y que el Congreso solo los ratifica.
Es decir, son argumentos políticos sin sustento, que no resisten prueba alguna en los debates. Tal pareciera que buscan encender los ánimos del pueblo como antes se dijo.
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