En el ayuntamiento xalapeño, presuntamente lo prioritario es lo que deja y quien se deja, antes que respetarle al ciudadano su legitimo derecho a vivir con dignidad y armonía, lo digo porque la obra pública se hace sin planeación y sin disimulo, beneficiando mas al constructor que al ciudadano, pero también desde el área de Regulación Sanitaria que dirige la señora Flor Dorantes Domínguez, ahí tampoco tienen clara sus prioridades, jamás atienden reportes de perros callejeros, porque los perros callejeros, no pagan multas ¿Pero que tal para ir a multar particulares? Ahí si, claro que si la persona multada, es de la tercera edad ¡Qué mejor! Esos no se quejan, ni quien los defienda.
He tenido la oportunidad de conocer de primera mano, denuncias que se han hecho de perros y gatos de vida libre en diversas zonas de la ciudad, que ello si representan un grave problema de salud pública, se hacen los reportes correspondientes y el personal de salud pública del ayuntamiento xalapeño, jamás se acerca a la zona, ni a verificar, porque en esa área ¡Están rebasados! Te responden y hazle como puedas.
Por ello me resultó raro, que personal del ayuntamiento de Ricardo Ahued, se fuera a meter a casa de mi mamá, la maestra Socorro Gutiérrez, 2 veces en menos de un mes, alegando una serie de irregularidades con sus mascotas, un par de perros viejitos Rutilio, un pug de 15 años y Dolce una pit bull terrier americano de 9 años.
Mi madre, una maestra jubilada luego de más de 42 años de servicio, los recibió sin previo aviso el pasado 3 de septiembre e inspeccionaron la casa, alegando que los perros son maltratados, un problema de salud pública, además del manejo de las heces fecales y un montón de cosas más; a mi madre le dejaron un acta de verificación la 290/2024, firmada por la señora Flor Dorantes Domínguez, jefa del departamento de Regulación Sanitaria, aclaro que al personal del ayuntamiento, se le dio acceso y revisó, hasta el último cajón de su casa.
Luego de ello, el pasado viernes 20 de septiembre a primera hora, volvieron a ir a casa de mi madre con la misma historia, a intentar ingresar para revisar lo mismo, mi madre que es una jubilada que vive sola, me llamó y me comentó todo el jolgorio que han armado.
Bastante molesta por la situación, me hice asesorar por un par de abogados agrarios y ambientales, que revisaron la documentación y de plano me dijeron que ahí no hay delito alguno, puesto que mi madre tiene a sus perros tan cuidados, que incluso han rebasado el promedio de edad de la vida de un perro de esas razas, se deshace de las heces fecales de los canes, en el inodoro del baño de servicio del sótano de su casa, porque el camión de la basura no pasa diario y además, existen documentos avalan que los perros están vacunados, desparasitados y vitaminados, es decir los perros están en condiciones de salud optimas, incluso mejores que las de los inspectores, que ingresan a casa de mi madre sin mascarillas, sin guantes e irrumpieron sin orden de inspección alguna, es decir ilegalmente.
En la ultima visita del día 20 de septiembre, los inspectores enviados por la señora Dorantes Domínguez, hablaron de una multa muy alta, a la que mi madre se haría acreedora, amedrentándola con volver el día que ellos decidieran, para a inspeccionar nuevamente, porque ellos son la autoridad y tienen derecho a ingresar a casa de mi madre libremente y cuantas veces quieran ¡Estamos jodidos!
Al saber las amenazas y el acoso del que ha estado siendo objeto mi madre, hablé a la procuraduría del Medio Ambiente, con la finalidad de que ellos certificaran los dichos del ayuntamiento o no, ahí me dijeron que no era de su competencia inspeccionar la casa de mi madre, pero a título personal, mostraron su extrañeza y sugirieron mejorar las medidas de seguridad de la casa, no dejarlos ingresar nuevamente y cerciorarme con el ayuntamiento, que la documentación entregada no fuera apócrifa y fuera alguna banda delincuencial, planificando un robo o algo peor, recordemos que en 2016, a la maestra Guadalupe Mora, la asesinaron al interior de su casa en la calle Betancourt, para robarle.
Ante tal cosa, decidí molestar al diputado electo Antonio Ballesteros Grayeb, un empresario xalapeño conocido por su honestidad y educación, de inmediato me auxilió y me hizo favor de cerciorarse de que la documentación, en efecto era legítima del ayuntamiento, por lo cual tuve un poco de tranquilidad, a él le dijeron que mi madre sacaba a la vía pública a los perros, sin correa a defecar y no recogía los excrementos de la calle ¡Carajo! Los perros están tan viejos que ya no salen, Rutilo incluso usa pañal.
Obviamente resulta extraño que la señora Dorantes Domínguez, no se aboque a los asuntos de salud pública mas apremiantes, como solucionar el peligro que representan en Xalapa, los animales de vida libre o de la calle que son muchos y que muchas veces son una amenazan a la fauna silvestre.
En el ayuntamiento xalapeño, deberían revisar su misión y objetivos, tener claro que el trabajo debe ser por el bien de la ciudadanía, tienen la ciudad convertida en un muladar, tres años construyendo sin planeación, podando árboles al lado de una construcción y en hora pico, generando un tráfico demencial que le quita a uno ¡Hasta las ganas de vivir! Han sido tres años, donde la ciudad cada día luce más fea, porque primero piensan en la conveniencia para el constructor, para el empresario, o en los tiempos políticos ¿Y la ciudadanía? Esa no importa para ellos.
Es una verdadera tristeza, que la gobernadora electa Rocío Nahle, piense en el alcalde xalapeño Ricardo Ahued, como un sucesor para el 2030 y el empresario avecinado en Xalapa, se rodee de gente que antes que procurarle una vida con dignidad y armonía a los ciudadanos, tenga como prioridad recaudar mediante multas y vaya usted a saber que más, dinero para el ayuntamiento en el mejor de los casos, si no es que para sus bolsillos.
El albergue canino el Ada Azul, tuvo que hacer pública su situación y presionar para recibir apoyo de la alcaldía y los xalapeños, hemos perdido el legítimo derecho a vivir con dignidad y armonía en esta ciudad.
Realmente un funcionario como Ahued Bardahuil y su equipo ¿Servirán de algo al proyecto de Rocío Nahle? Si el señor empresario supongo que fue el que dotó de facultad a los inspectores de Regulación Sanitaria, para meterse tu casa a ver como vives, ni me imagino como serán las facultades de las policías de Seguridad Pública, con Ahued Bardahuil como secretario de gobierno.
¡Horror! Mis hermosos, pero a poco no están ustedes desilusionados de la gestión del ayuntamiento, en fin nos leemos mañana y esperemos que Ahued Bardahuil no cargue con esa gente a Palacio de Gobierno.
PD. La multa, con gusto se paga, si es legal y el predial si aumenta, con gusto si es por el bien común, lo que no se hace con gusto, es recibir extorsiones de la autoridad.
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