En los cafés de la capital veracruzana, los sabios bebedores del mejor aromático del mundo conversaron de la deteriorada imagen del PRI veracruzano.
En primer lugar, la pregunta que se puso sobre la mesa de los humeantes cafés fue ¿A quién se le ocurrió el ridículo comercial electoral en el que se asegura que se extraña al PRI? ¿O mínimo quién lo supervisó? Porque las voces utilizadas suenan más a funeral que a motivación política.
Y hablando de culpables, se comentó que al interior del edificio del PRI también se habla de quién lo es. Vaya, ya no se busca quién la hizo sino quién la pague.
Unos culpan a Héctor Yunes y otros a Pepe Yunes. Otros culpan al actual dirigente el Fofo Ramírez Arana y otros, los más, a la Secretaria General del CDE y diputada federal, Lorena Piñón Rivera, a quien acusan de dividir y echar por tierra lo que el expresidente del Comité Directivo Estatal, Marlon Ramírez, había reconstruido con humildad… el que si bien no logró la unidad estatal necesaria para resurgir, cuando menos mantuvo la paz entre los grupos y avanzó fortaleciendo las estructuras municipales y distritales. Pero… llegó Lorena.
Hoy el PRI sufre una fuerte deserción de líderes regionales y municipales, sufre de traiciones, pero sobre todo de una terrible confusión como la que se da en la capital veracruzana.
En Xalapa, Américo Zúñiga, la esperanza priista por su cercanía personal y familiar con Pepe Yunes, tiró la toalla, no quiso encabezar al priismo rumbo a la alcaldía xalapeña. Pero además, se comenta sin rubor que puso su capital político, operadores y económico, en Movimiento Ciudadano. Eso sí, personalmente se sigue diciendo priista y públicamente ha dado su apoyo al candidato Silvio Lagos Martínez… ¿pero en lo privado?
Ahí radica la confusión. Los priistas xalapeños no saben a quién apoyar y menos por quién votar: por el priista Silvio Lagos o por el ‘Emecista’ Román Moreno. Curiosamente muchos de los priistas que acompañaron a Silvio a su registro ante el OPLE, también lo hicieron con Román. ¿Por si acaso llueve? diría el arriero.
El problema para el candidato priista es que empezó a trabajar sin dinero y en cambio el empresario Román Moreno no para de tirarlo a tontas y a locas.
El problema es que no pocos piensan que ni Silvio ni Román están seguros de ganarle a la candidata de MORENA, Daniela Griego, pero a lo que le tiran es a colocar la mayor cantidad de regidores, entre los que curiosamente están mejor colocados los allegados -o que lo fueron- de Américo.
En fin, y por si fuera poco, se comentó en el café que es el priista que mayor ventaja lleva para quedarse con la candidatura por la gubernatura de Veracruz en el 2030, si es que acaso el PRI logra conservar el registro público en el 2027.
Es decir, el PRI en Veracruz es todo un desagradable desgarriate, pero los que hoy se merecen sus canillazos son varios de los exdirigentes políticos que viendo seca la ubre, en silencio y resignación ven desde la barrera la agonía de su Partido, rezándole a san Juditas para que al innombrable campechano se le ocurra dejar el CEN del PRI.
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