Cuitláhuac, dos años
Juan Javier Gómez Cazarín
Ayer domingo participé en el acto protocolario de entrega física del Segundo Informe del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez en el Congreso del Estado, acto con el que se dio cumplimiento al correspondiente mandato Constitucional de rendir cuentas.
Y hoy lunes acudí a conocer de viva voz el mensaje del Gobernador respecto a su primer bienio al frente del Poder Ejecutivo.
Dos años. A fin de mes se cumplirán dos años de que las diputadas y los diputados de la entonces recién instalada nueva Legislatura recibimos en el Recinto Oficial de Sesiones al Gobernador entrante para escucharlo rendir protesta de su encargo.
Lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Cuando las manecillas de los relojes cruzaron de la medianoche de ese 30 de noviembre de 2018, se inauguró una nueva era para México y Veracruz. Fue como si un viento fresco corriera por nuestra geografía, limpiando de la atmósfera el ambiente viciado de muchas décadas de corrupción y mal Gobierno. Fue uno de esos momentos en que uno tiene conciencia de estar siendo testigo directo de la historia.
Pero en la mente humana, la percepción del paso del tiempo es relativa, elástica, engañosa y contradictoria. Así me pasa con estos dos años. Para ser exactos, 23 meses y 16 días.
Por un lado, parece que estos 716 días han transcurrido increíblemente rápido y, al mismo tiempo, son tantos los acontecimientos contenidos en ellos, es tanto y tan profundo el cambio, en los fondos y en las formas, que pareciera que ha pasado muchísimo tiempo más.
El Informe de Cuitláhuac García refleja lo anterior. Apenas a un tercio de su Mandato ciudadano, han cambiado muchas en Veracruz.
Por primera vez, tenemos constancia de una inversión pública dirigida a fortalecer la infraestructura del Estado; por primera vez en décadas, tenemos finanzas sanas, sin incremento de la deuda; hoy nuestra Fiscalía es autónoma del Ejecutivo y no trabaja para los delincuentes; y la dinámica entre la ciudadanía y su Gobierno Estatal ya no está marcada por la corrupción, la arrogancia, la indiferencia ni la prepotencia.
Como dije, es mucho en tan poco tiempo.
Por lo pronto, en los próximos días las diputadas y diputados tendremos mucho trabajo revisando minuciosamente su Informe y entrevistando a los principales integrantes del Gabinete para que nos aclaren cualquier duda.
Pero lo que escuché y alcancé a leer este domingo y lunes, me deja claro que estamos ante un Informe que describe una auténtica transformación de Veracruz.
*Diputado local. Presidente de la Junta de Coordinación Política.