Elecciones van, elecciones vienen y yo veo a la gente con la misma esperanza e ilusión, expectante de su Mesías… ¡Sí! De ese Mesías que les va a dar, ese que va llegar y hacer, con el que sí vamos a ser ¡Ese Mesías! Con él que llegarán los cambios y los veracruzanos podremos al fin, ser y tener.
Corría el proceso electoral 2015-2016 Javier Duarte de Ochoa, tenía a los veracruzanos desilusionados, así que la llegada de Miguel Ángel Yunes Linares, como candidato al gobierno del estado, por la coalición PAN-PRD sonaba como la respuesta a las plegarias de la burocracia sobajada, de la prensa maltratada, del empresariado parado y de tantos otros, que sentían el agravio como propio.
Entonces llegó don Miguel con su equipo de campaña y denunció las casas de Woodlands… tiró a Arturo Bermudez, luego apareció el empresario Alejandro Cosío, quien a la postre terminó denunciado por el gobierno Yunista; a denunciar todos los adeudos y malos manejos del gobierno Duartista, Yunes Linares lo capitalizó y los empresarios confiaron en que con él ¡Don Miguel! Si un político maduro y disciplinado ¡Con él! Todo sería diferente.
Yunes Linares ganó la elección y presionó al gobierno priista, encabezado ya para entonces por Flavino Ríos, para que le entregarán la Secretaría de Finanzas.
Ocurrió que el hijo del gobernador electo, Miguel Yunes Márquez, alcalde de Boca del Río, lidereó la toma de Palacio de Gobierno, en compañía de un grupo nutrido de ayuntamientos, a los que se les adeudaban las participaciones federales, pernoctaron en Palacio de Gobierno y llegó incluso Ricardo Anaya, líder nacional panista, Yunes Linares, logró su cometido, tuvo acceso a la SEFIPLAN de modo anticipado.
Tan pronto Yunes Linares llegó al poder… Corrió a toda la burocracia e incluso a la gente basificada, la invitó “muy cordialmente” a poner su renuncia, hubo una empleada que se le acercó para decirle que era madre de familia y sostén de su casa, en mitad del parque Juárez y le dijo que con la pena, pero eran acciones necesarias, medidas de austeridad; ese fue el primer faux pas, lo malo fue que tan pronto desocuparon los burócratas, llegó medio Boca del Río y medio Veracruz, a sentarse a las sillas y hasta un carrito del Café de la Parroquia se trajeron a la SEFIPLAN.
Luego de eso, de un día para otro, desconoció los adeudos con los grupos empresariales y los tuvo parados, no les dio ni un contrato para la adquisición de curitas de SESVER, a la prensa ni la recibió y su estrategia de comunicación, se hizo mediante redes sociales, no hubo un centavo, ni para radiodifusoras.
La Fiscalía General del Estado a cargo ya de Jorge Winckler, se convirtió en una especie de Casa de los Famosos, desde donde se montaron grandes espectáculos policiales, hoy los detenidos están fuera muy tranquilos y disfrutando de su libertad y Jorge Winckler, está encarcelado.
Todo eso pasó en dos años y los veracruzanos se volvieron locos con MIYULI, los dejó aterrados; llegó el proceso electoral 2017- 2018 y la ilusión volvió a sus miradas, la esperanza a sus corazones y corrieron a los amorosos brazos del Movimiento de Regeneración Nacional, porque con Yunes Márquez ¡De plano desaparece Veracruz! Decían, entonces a ChikiYunes le dieron la espalda y le entregaron su corazón y su futuro a Cuitláhuac García, un maestro universitario, que jamás había sido político y en el que vieron un híbrido entre el Mesías y Nicolás Maquiavelo.
La burocracia dolida, corrida y hambrienta, otra vez esperanzada, pensó que con MORENA estarían en un lecho de rosas perpetuo de bonanza y cargaron con las matracas a sumarse con el maestro universitario; los empresarios y constructores, vieron en Cuitláhuac la solución a todas sus pobrezas ¡Con el vendrá la bonanza! Pronunciaban esperanzados ¡Con él se acabará la corrupción! Y nos volveremos como primer mundo; la prensa ya prácticamente en los huesos, empeñó su ultimo aliento y apoyó a García Jiménez, porque con él sí vamos a ser y vamos a tener.
Y Cuitláhuac Ganó, al exgobernador MIYULI le debe haber dolido hasta el espinazo y el tuétano, no poder entregarle la silla a su primogénito y llegó el día en que García Jiménez, fue gobernador.
Y la historia se repitió poco a poco, todos esos que fueron sus matraqueros principales, se fueron bajando del barco y del proyecto, se les olvidó aquella fe y esperanza, aquella ensoñación y que con él iban a ser y a tener, esos mismos se dedicaron a despotricar todo lo que pudieron, olvidándose de que ellos mismos lo pusieron, pocos muy pocos se mantuvieron firmes en su decisión.
Hoy veo a los sobrevivientes de aquella campaña de 2016 ¡Con el mismo discurso! Veo a un empresario, también denunciando solo que ahora es Arturo Castagné, a ver si no acaba denunciado como Alejandro Cossío, por los mismos Yunes; veo las mismas publicaciones en el Reforma de las casas de Woodlands, solo que ahora son en el Dorado, en este 2024, seguramente no llegarán a ocupar el Palacio de Gobierno los alcaldes, pero el guión es el mismo que en 2016 y algo se les ocurrirá, quizá en la SEV y la falta de pago del Seguro Institucional o algo así.
Pese a lo ruda que ha sido esta campaña, los veo esperanzados y con la matraca sonando, porque ahora si con Pepe Yunes, Veracruz va a ser y a tener, porque con él sí viene la prosperidad, la abundancia, con él sí vamos a salir, repiten los mismos que hace 6 años, decían con los ojos llenos de esperanza, que con Cuitláhuac, serían y tendrían.
Definitivamente Mexiquito mágico, en Siria el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, sería un guerrero más, aquí es El Guerrero, jugando a lo mismo con los mismos y aún hay quien lo sigue con la matraca.
En fin mis hermosos, empiezo a pensar que no son los políticos… somos nosotros y en tanto no participemos con la realidad en el alma, no saldremos adelante… pasen un bonito fin de semana nos leemos el lunes.
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