Acaba el sueño

*Yunes con Sheinbaum, antes que Cuitláhuac

Por Omar Zúñiga

Los sueños húmedos del señor gobernador de Veracruz Cuitláhuac García están por llegar a su fin.

Un día más es un día menos para él, en su desesperado intento de llegar al gabinete federal, aunque sea en la oficina de los asuntos sin importancia, luego que también la Dirección en que se le había mencionado dentro de la Secretaría de Energía, se le escurre como agua entre las manos, a escasos 10 días de que entre en funciones el nuevo gobierno federal.

Se autopromovió hasta la cansancia y hasta se despidió de la patria chica infinidad de ocasiones ante los reporteros.

Nadie le creía…, bueno supongo que sí lo habrán hecho los lordmoléculas región 4, allá ellos.

La pregunta que está en al aire es… ¿qué habrá sentido al ver la fotografía de Miguel Ángel Yunes Márquez junto a la presidenta electa Claudia Sheinbaum y el coordinador de los senadores de Morena Adán Augusto López?

Pregunto porque mejor Yunes, que él, consiguió primero la cita (y la foto) con la señora presidenta, el mismo Yunes que era enemigo jurado de Morena, del mismo Cuitláhuac, el mismo que le dijo “viejo guango” a López Obrador.

Y Cuitláhuac, que siempre recibió elogios por parte del presidente, que le dijo que “aunque inepto, era honrado”, fue relegado.

Seguramente, y es especulación, debió sentir lo mismo que una patada en la entrepierna, pues ahora se queda fuera de la jugada, con una gobernadora electa a la que no le cae nada bien y con el estigma de ser el peor gobernador en la historia de Veracruz, que ya es decir muchísimo, pero incluso que Duarte o Yunes Linares.

Hoy, buscando alejar dimes y diretes, asegura que le pidió a la presidenta no incorporarse de entrada al gobierno federal, pues “hay muchas obras que inaugurar” en Veracruz (ajá).

A este paso el único lugar que le darán a Cuitláhuac García, si acaso, será para ver la unción de la señora presidenta y en una de esas, a ver si no la ve desde Casa Veracruz o, en una de esas, desde La Parroquia de Zaragoza.

¡Qué barbaridad!

deprimera.mano@gmail.com