La información que sale de la cabecera municipal de Misantla no es nada buena, pues se asegura que su alcalde Javier Hernández Candanedo cada día le echa más fuego a la hoguera y está a punto de causar un gran incendio político en la Sierra.
Los informes que llegan de ese municipio serrano es que el alcalde Javier Hernández Candanedo no ha sabido construir puentes, y antes que eso, ha ahondado en los odios y rencores que todos los equipos políticos, naturalmente, albergan.
Sin embargo, la gobernabilidad se logra a base de consensos y acuerdos, en el diálogo y el respeto, por lo que sólo con una mala gestión se puede entender que gran parte del Cabildo no esté conforme y que se hayan presentado recientemente importantes renuncias dentro de su equipo de trabajo.
Lo cierto es que Hernández Candanedo tiene un buen rato metido en problemas de aceptación y, cosa rara, aún hay muchos que no olvidan el tema del Mercado Municipal que en algún momento lo tuvo contra las cuerdas con una orden de aprehensión que hasta el momento no se ha ejecutado y seguramente no se ejecutará mientras esté como alcalde.
Se sabe que no sólo son los regidores de Movimiento Ciudadano y del PAN los que están en su contra (cosa que sería normal pero tampoco se justifica), sino que incluso se comenta que tampoco están conformes los regidores Carlos Jiménez Díaz e Ingrid Pimentel, de MORENA y el PT, respectivamente. Es decir, actualmente tendría ya 6 regidores en contra.
Lo más reciente fue la convocatoria a una sesión de cabildo que realizó sin el tiempo reglamentario y que los regidores a pesar de asistir reclamaron fuertemente la falta de respeto al Reglamento Interior del Ayuntamiento. El tema es que en esa sesión, se debía discutir el pago a ex agentes municipales a los que hace tiempo no se les paga y ya cuentan con una resolución laboral a su favor, a lo que el alcalde Hernández Candanedo se opone a cumplir. En este caso tal vez debería pensarlo dos veces, pues las resoluciones laborales son altamente cuidadas por las autoridades judiciales y ya se han dado casos en los que alcaldes o Jefes delegacionales (en su tiempo), fueron cesados de sus cargos por ignorar olímpicamente las sentencias.
Algo raro está pasando en Misantla. Seguramente Javier Hernández Candanedo tendrá sus razones pues difícilmente un alcalde hace todo “por sus pistolas”, pero bien dicen que cuando el río suena es porque agua lleva.
Está Usted informado.
Síganos en nuestras redes sociales @PoliticaalDia, @AtticussLicona, @frlicona