“No me voy a exponer por alguien más, sé bien las consecuencias de no hacer bien mi trabajo”, expresó la auditora general del Órgano de Fiscalización Superior, Delia González Cobos. 

Con esta declaración tajante, ha dejado más que claro cuál es su postura respecto a su trabajo y a su relación con el poder. 

Y por ello también lanzó esta frase “si hay un desorden en alguna área del Gobierno de Veracruz, es el momento de ponerlo al corriente”.

La auditora señaló que ella no dudará en señalar cualquier irregularidad o anomalía que detecte en la administración Cuitlahuista, pues está comprometida con el cargo y la responsabilidad que asumió al frente del Orfis. 

Pero al mismo tiempo, también dejó claro que ella ve ánimo en la administración del gobernador Cuitláhuac García Jiménez, y un ánimo de hacer bien las cosas. 

“Y espero que cuando cierre, sus ejercicios estén perfectamente ordenados”, agregó. 

Si por el contrario ella advirtiera que no hay ánimo de hacer bien las cosas por parte del gobierno estatal, actuará conforme a derecho, pero confió que al concluir la gestión de Cuitláhuac García dejará un gobierno totalmente ordenado. 

Lo que también se ha hecho visible, es que el vendaval político que se mantuvo sobre las oficinas del ORFIS, está amainando y las aguas por el momento están más calmas que hace un mes. Las presiones políticas vienen de todos los frentes, pero los resultados al final serán los que determinen los derroteros en esa institución.

Diputados de MORENA le leyeron la cartilla a Santiago Creel y le ponen bozal

En los cafés políticos de la capital del país se dieron vuelo comentando el papelón que hizo en la Cámara de Diputados el panista, presidente de la Cámara, Santiago Creel Miranda. 

Resulta que sus pares de MORENA y sus aliados pusieron en jaque a Santiago Creel con un amago de que lo podrían destituir como presidente de la Mesa Directiva por irse de la boca en un mensaje que envió el domingo pasado en contra de AMLO, lo que generó la airada ofensa de los guindas quienes lo jalaron a cuentas ahí mismo en San Lázaro. 

Al final todo quedó en un simple regaño y la condición para dejarlo continuar de que todo mensaje que quiera dar Santiago Creel como presidente de la Cámara “se tiene que consultar y dialogar con los jefes de las bancadas”… cosa que, por ejemplo, no pasó con nuestro paisano ‘Checo’ Gutiérrez Luna en su momento.

Sin embargo, el que pagó los platos rotos fue Rogelio Ramírez de la O, titular de Hacienda, pues ayer mismo debía comparecer ante los diputados y tuvo que esperar casi dos horas mientras en la Junta de Coordinación Política aliñaban a Santiago Creel. 

Cómo se puede ver, en los tiempos de la transformación y valiendo gorro el Fuero Constitucional de los legisladores, todos pueden hablar… menos los de la oposición. 

¿O no es cierto Santi?

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